Cápsula Del Tiempo De Lo Que Habita En Una Mente... (O el lóbulo izquierdo cuando está beodo de sentires...que es más o menos lo mismo)

Prima Prisma

Pensaba en decir, pero no dije; como si algo más allá de mis tendencias habituales, más lejano a mis conductas habituales, me inhibiera. Pensé en decir pero no dije, hice lo que se supone que me preparé durante demasiado tiempo para no hacer: reprimirme. No puedo pensar que era necesario, ni indispensable, ni primordial, ni conveniente… solamente me vi agotada un ¿para qué? surcó mi mente y el resto es historia...historia personal.
Ahora, justamente en estos instantes, sopeso lo que fui; recuerdo reacciones anteriores como ciertas, entiendo que llegué a resignarme por agotamiento. Lo que soy seguirá sucediéndose inevitablemente y a esta altura ciertas posturas me dan pena y hasta gracia pero no tengo la energía para discutirlas. Imagino que cierto grado de vejez abarca parte de mí de forma tal que no me preocupa. El cambio siempre estuvo ahí, y yo, y mí yo siempre fuimos parte de eso. Todavía hay gente que cree poder abarcarme por lo que escribo, todavía mis madres creen conocerme. Lamentablemente no lo digo con orgullo, pero tampoco respeto a nadie: todo lo que cualquiera pueda decir (hasta siendo un interlocutor válido) es puesto a consideración tarde o temprano, algunas cosas siguen haciéndome ruido por dentro.
Nada me importa tanto, nada me influye lo suficiente, nada hasta ahora me pagó el precio y hasta ahora he encontrado la cotización de cada persona –que guardo bajo 7 llaves-.
Le di a la sociedad, le di a través de otros, le dí la mejora, di el encuentro consigo mismo; les di la reflexión necesaria a personajes adecuados; les aporté, un grano de arena en la playa. No hice fama, no me hice conocida, no me di a conocer, no fue mi intento. Amé a quien debía y a muchos de ellos mi amor les quedó un poco grande y a varios tan chico que ni siquiera me recuerdan más que como un error. Viví. Yo se que viví e hice el esfuerzo de que las facilidades fueran parte de entender las dificultades e igual nadie parece creerme que hay cosas que entiendo a pesar de no tener que pasar por atrocidades. Ya no importa. Nunca conté mi cuento con dramatismo más que literario…Nunca enumeré mis desgracias, mis llantos, mis negruras y sin embargo están a la vista en mí, porque soy una consecuencia de mí historia, la resultante de esta serie de hechos. Resulto ser el prisma de la facetas de mi existencia.

Se van a cagar.

No hay comentarios.:

Data

Esto no es un diario ni un semanal ni un mensual… Es una recopilación de lo que habita en un cerebro, en este caso el mío.